4.24.2017

Inteligencia Profesional


     Trabajar realizando el mínimo esfuerzo para muchos es un sueño, pero para algunos es una realidad. Aquí descubriremos como ser altamente productivos sin llevar una pesada carga.

Cuantas veces sentimos que no obtenemos los que merecemos, falta de reconocimiento, carencia de éxito y hasta nos sentimos estancados por más esfuerzos que realicemos en nuestras labores; finalmente estas percepciones se traducen en una baja satisfacción laboral; cuya definición es “el conjunto de sentimientos y emociones favorables o desfavorables con los que los empleados ven su trabajo” (Davis y Newstrom 2003).

El grado de satisfacción laboral que cada individuo posee se encuentra directamente ligado al empeño y calidad que el colaborador dedica a sus funciones, contribuyendo de forma positiva a su marca profesional, el empeño consiste en el tiempo y esfuerzo necesario para realizar algo de forma eficiente. La Predisposición es otro factor que se encuentra relacionado con la satisfacción laboral, pues la predisposición determinará la actitud con la que enfrentemos las diferentes situaciones que se nos presenta, es decir si nuestra predisposición es positiva, siempre que tengamos una nueva tarea o reto lo tomaremos como una oportunidad de aprendizaje que se conjuga con nuestro propio aporte proveniente de experiencias previas o como una oportunidad para mostrar nuestras habilidades, pero si por el contrario tenemos una predisposición negativa tomaremos la tarea como algo que causa descontento por tener que hacer una actividad extra que quisiéramos que alguien más la haga.

La predisposición positiva viene del sentido que le damos a nuestro trabajo y como este aporta en la organización. Le daremos mayor valor al trabajo si tenemos claro cuál es nuestra visión profesional, es decir aquello que nos motivó a estar en ese centro de labores, en el puesto en que estamos; en otras palabras, es fundamental tener claro que queremos lograr en la vida profesional, hacia donde nos dirigimos, que nos motivó en primera instancia hacer lo que hacemos. Si no tenemos claro a donde vamos como sabremos qué camino tomar o si estamos caminando en círculos, pues el resultado es el mismo ya que no sabemos que queremos lograr, pero tarde o temprano nos sentiremos desmotivados de trabajar sin sentido y terminaremos culpando al destino que no tuvimos la oportunidad para lograr algo distinto o que en nuestro centro de labores no nos reconocieron, en fin excusas siempre habrán muchas, pero es responsabilidad personal tener una visión clara de lo que queremos lograr y desarrollar nuestra inteligencia profesional.
A continuación, te brindo unos sencillos tips para ser productivos desarrollando la inteligencia profesional:

  1. Actividades profesionales que más disfrutas: Has una lista de las cosas que más disfrutas de tu trabajo o que hayas realizado anteriormente y como podrías obtener un mayor beneficio de aquellas actividades.
  2. Visión Profesional: Piensa en lo que te gustaría lograr en 20 años, para ello te puedes ayudar recordando en lo que querías alcanzar cuando escogiste la carrera y la relación que ambas visiones tienen; posiblemente te des cuenta que no ha cambiado tu propósito solo que se ha transformado gracias a la experiencia adquirida. Ir detrás de tu visión hará que no veas el trabajo como una tarea pesada sino como el camino que te lleve a tu destino.
  3. Habilidades: Reconocer las destrezas que tienes y facilitan el que hacer de una actividad como el pensamiento creativo o la comunicación asertiva entre otras; identificar nuestras habilidades ayudan a que realicemos las tareas con menos esfuerzo porque estaremos usando las herramientas que mejor conocemos.
  4. Desafíos: Para conseguir hacer realidad mi visión, debo preguntarme que competencias o recursos necesito adquirir, como pienso que podría adquirir estos recursos y en cuanto tiempo. Por ejemplo, es usual que los jóvenes en época de estudios empiecen a trabajar en empresas de servicios como fast food o cines, si el joven tiene su visión clara sabrá que de su primer trabajo podrá adquirir destrezas como atención al cliente o el sentido de la urgencia, lo cual le facilitará el proceso de adaptación cuando el joven realice sus prácticas profesionales; así mismo es importante reconocer cuando se debe dar el siguiente paso.
Dentro de los beneficios de trabajar con Inteligencia se encuentran la auto-motivación, el sentido de auto-realización, menor esfuerzo emocional e incremento de la productividad. Así mismo la obtención de bienes materiales serán la consecuencia de un trabajo con propósito y no el fin último, caso contrario nunca nos sentiremos satisfechos.

Finalmente, solo puedo decir que el trabajar con una visión profesional clara, hará que no agotemos energías en actividades que no tienen un propósito, si quieres llegar lejos primero debes saber a dónde quieres llegar.

Si deseas trabajar en tu visión laboral puedes contactarme Aquí y te ayudaré alcanzar aquello que anhelas.